Donde estas cuando te has ido ?
A donde van las lineas que marcan los latidos de tu corazon cuando se van agiles por la derecha de la pantalla ?. Donde se pierden tus ojos cerrados?. En que mar se hunden y paladean el salitre ?. Como puede ser que los segundos sean eso: segundos, y nos cueste tanto ver que el tiempo lo dominas a tu antojo. Siempre tu antojo.
De ese deseo has sabido hacer tu vida, y la has llenado colgando por aqui unos amigos, pintando aca una esposa, y amueblando el salon con dos criaturas. El inmueble ya lo tenias desde que naciste, un inmueble bullicioso, elegante y acogedor.
Aunque mascas dolor y asomas una mueca de sufrimiento, en tu labio se ha secado la llaga y la sangre cicatriza fuerte para volver a besar. Nunca te habia tocado tanto, nunca te habia contado tantas cosas en monologo impaciente. Jo!, nadie nos explico nunca esto, y nos toca lidiarlo y hacernos mayores, siempre juntos.
Yo no se que ha de pasar, pero tengo una certeza, aunque aun he de descubrirla. La dibujo en el aire, me entretengo con ella, y luego la meto en un cajon por si acaso se deshace con el sudor de mis manos. Al cabo del rato vuelvo a reparar en ella y le pongo algun matiz, algun color. Es mi tesoro.
Me gustaria prometerte tantas cosas, sin embargo la sinceridad que te tengo me obliga a no llenarme la boca, a no ser grandilocuente. Pero ten por cierto que tus hijos seran felices, te lo juro mi amigo. Lo demas, no se: me he vuelto gris y esceptico, tu ya lo sabes, y ya no puedo comerme las montanyas a bocados, ahora solo intento que no me quiten el sol demasiado. No me importa rodearlas.
Escribo esto desde tu teclado, en tu cocina. Tus hijos duermen, y no son ajenos a nada porque son ninyos, y los ninyos son siempre felices y siempre se rien. Algun dia les contaras donde te fuiste y como se te ocurrio poner un monton de pantallas con sonidos discretos y curvas de colores que se escapan de la pantalla, para que fueran el lucero que te indicaba la vuelta. Y les diras a que sabe chopin en ese viaje, que tu esposa te ponia en los oidos, sabiendo mas que nadie de ti y de tus placeres. Y por que las cremas hidratantes es siempre mejor que te las pongan, aunque para eso haya que fingir mucho y bien. Y les ensenyaras el camino que tienes en el pecho, para asombro y pasmo de ellos y de sus amigos.
Te dejo ahora, tu hijo llora. Ire a por el chupete.
sulfur.
A donde van las lineas que marcan los latidos de tu corazon cuando se van agiles por la derecha de la pantalla ?. Donde se pierden tus ojos cerrados?. En que mar se hunden y paladean el salitre ?. Como puede ser que los segundos sean eso: segundos, y nos cueste tanto ver que el tiempo lo dominas a tu antojo. Siempre tu antojo.
De ese deseo has sabido hacer tu vida, y la has llenado colgando por aqui unos amigos, pintando aca una esposa, y amueblando el salon con dos criaturas. El inmueble ya lo tenias desde que naciste, un inmueble bullicioso, elegante y acogedor.
Aunque mascas dolor y asomas una mueca de sufrimiento, en tu labio se ha secado la llaga y la sangre cicatriza fuerte para volver a besar. Nunca te habia tocado tanto, nunca te habia contado tantas cosas en monologo impaciente. Jo!, nadie nos explico nunca esto, y nos toca lidiarlo y hacernos mayores, siempre juntos.
Yo no se que ha de pasar, pero tengo una certeza, aunque aun he de descubrirla. La dibujo en el aire, me entretengo con ella, y luego la meto en un cajon por si acaso se deshace con el sudor de mis manos. Al cabo del rato vuelvo a reparar en ella y le pongo algun matiz, algun color. Es mi tesoro.
Me gustaria prometerte tantas cosas, sin embargo la sinceridad que te tengo me obliga a no llenarme la boca, a no ser grandilocuente. Pero ten por cierto que tus hijos seran felices, te lo juro mi amigo. Lo demas, no se: me he vuelto gris y esceptico, tu ya lo sabes, y ya no puedo comerme las montanyas a bocados, ahora solo intento que no me quiten el sol demasiado. No me importa rodearlas.
Escribo esto desde tu teclado, en tu cocina. Tus hijos duermen, y no son ajenos a nada porque son ninyos, y los ninyos son siempre felices y siempre se rien. Algun dia les contaras donde te fuiste y como se te ocurrio poner un monton de pantallas con sonidos discretos y curvas de colores que se escapan de la pantalla, para que fueran el lucero que te indicaba la vuelta. Y les diras a que sabe chopin en ese viaje, que tu esposa te ponia en los oidos, sabiendo mas que nadie de ti y de tus placeres. Y por que las cremas hidratantes es siempre mejor que te las pongan, aunque para eso haya que fingir mucho y bien. Y les ensenyaras el camino que tienes en el pecho, para asombro y pasmo de ellos y de sus amigos.
Te dejo ahora, tu hijo llora. Ire a por el chupete.
sulfur.